Un segundo. Un momento. Un instante es suficiente para que
todo cambie. ¿El motivo? Unas simples palabras. Un inofensivo acto. Cualquier
cosa, por minúscula e insignificante que parezca, puede hacer que tu vida de un
vuelco. Que, sin darte ni cuenta, pases de todo a nada. De felicidad a
tristeza. De amor a odio .. Lo peor es no poder controlarlo. No saber las
palabras que no hay que pronunciar para que todo siga igual .. Termina siendo
insoportable. Y lo único que te queda es acostumbrarte. Aprender a asimilar los
cambios. Aprender a vivir con el miedo al destino ..
No hay comentarios:
Publicar un comentario